jueves, 21 de septiembre de 2017

Homosexual contra la maternidad subrogada

Gay Powell, homosexual y defensor del colectivo LGTB desde hace más de 30 años, explica las razones por las que se opone a los vientres de alquiler, al mismo tiempo que defiende que llamar a alguien “homófobo” es silenciar el debate. 
Durante una conferencia de la plataforma en contra de los vientres de alquiler llamada Stop Surrogacy Now -a la que acude InfoVaticana-,  Gary Powell, homosexual y activista LGTB en Reino Unido, explica las razones por las que, a pesar de su orientación sexual y de ser gran defensor del colectivo de lesbianas, gays, bisexuales y transexuales desde hace más de 30 años, está en contra de la popularmente conocida como gestación subrogada.
“Los acuerdos de maternidad subrogada pueden causar importantes daños físicos y psicológicos a algunas donantes de óvulos y a las madre subrogadas, además de provocar importantes daños psicológicos a algunos niños traídos al mundo como resultado de este proceso. Aquellos que están a favor de esta práctica no tienen en cuenta estos aspectos”, denuncia Gary.

Para el activista LGTB, el proceso de subrogación despierta serias cuestiones éticas y morales, entre las que se incluyen la explotación de las mujeres en situación de desventaja económica y la mercantilización de las mujeres y los niños por parte de empresarios “con motivaciones menos éticas en este ámbito, cuya prioridad de maximizar el beneficio económico puede eclipsar su conciencia de responsabilidad ética”.
El líder LGTB en el país británico explica que tener hijos “no es un derecho”, un argumento que enarbola el colectivo LGTB para apoyar la llamada maternidad sobrogada. Defiende que se debe desafiar “el apoyo incondicional a la maternidad subrogada en la comunidad de lesbianas, gays, transexuales y bisexuales, sobre todo porque algunas personas LGTB llegan a considerar equivocadamente el ‘derecho’ a desarrollar acuerdos de maternidad subrogada para tener hijos como un derecho LGTB intrínseco. No lo es”, sentencia.
Asimismo, Powell subraya que “no hay ningún derecho humano intrínseco a tener hijos, y, en particular, a traer a los niños al mundo con riesgo de causar daño a las mujeres y a los niños vulnerablea”.
“En mi opinión, debe dibujarse una línea roja ante la opción de maternidad subrogada y esto debe hacerse en servicio de los derechos humanos, incluso por parte de una comunidad LGTB reflexiva y madura que debería estar particularmente preocupada por cuidar la protección y la promoción de los derechos humanos”.

‘Llamar a alguien homófobo es silenciar el debate’

El activista LGTB defiende la igualdad “siempre y cuando no se hiera al otro”. Asimismo, asegura que llamar a alguien “homófobo” es silenciar el debate, y que es un gran error “callar a la gente”. “No existe homofobia cuando alguien se opone a algo que hiere a los niños”, sentencia.
Powell concluye sus declaraciones explicando que “la maternidad subrogada no puede ser altruista”, ya  que siempre existe un contrato de por medio, “una transacción comercial, el contrato de una vida humana”, concluye.

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