viernes, 16 de septiembre de 2016

Salen del armario’ los hijos de familias homoparentales



 
En su blog “Lesbians Daughter” Brandi defiende el derecho de su madre a elegir su estilo de vida, pero también, como hija, su derecho a denunciar la verdad que los medios silencian.

*FUENTES* ReL *NUEVA YORK* *21 DE JULIO DE 2015* *18:00 h*
Brandi Walton, Lesbians Daughter Brandi Walton, en la portada de su blog

Brandi Walton, que vivió en el sur de Oklahoma (USA) en un hogar de
lesbianas, declara que también ella ha "salido del armario". Su voz
-según explica- estuvo cautiva por casi dos décadas y hoy se alza desde
el blog “The Lesbians Daughter”
<https://thelesbiansdaughter.wordpress.com/> (La hija de lesbianas) para
testimoniar cómo es la vida para una “descendiente” de lesbianas.


Representa a muchos otros miembros de toda una generación de niños y
niñas criados en las nuevas formas de familia constituidas por dos
padres o dos madres del mismo sexo.


*El 21 de abril pasado, con una carta titulada “Los niños no están
bien”, publicada en The Federalist
<http://thefederalist.com/2015/04/21/the-kids-are-not-alright-a-lesbians-daughter-speaks-out/>,
Brandi dio nuevo impulso a su activismo*, manifestando una verdad que
las leyes de muchos países silencian: “Algunos hijos de padres
homosexuales -dice Brandi-, al igual que algunas personas homosexuales,
no apoyan la paternidad gay o el matrimonio gay. El hombre y la mujer
juntos aportan algo que cada niño y niña necesita”.


"Creo que mi mamá tenía derecho a ser feliz y vivir su vida de la mejor
forma posible. Y creo que yo tenía también derecho a ser feliz y vivir
la vida de la mejor forma posible. Finalmente su decisión fue una
auténtica trampa durante 22 años. Alguien iba a salir lastimado de
cualquier manera, y da la casualidad de que fui yo…".


*Este 11 de junio, tras la decisión impuesta por la Corte Suprema de
Estados Unidos que valida en todo ese país el matrimonio para personas
del mismo sexo, Brandi comenta desde su Blog que lo considera como la
ola de un “maremoto que hoy está descendiendo hacia la sociedad*. La
embestida sofocante para imponer la homosexualidad y los estilos de vida
alternativos en cada rincón… Desde banderas del orgullo gay en las
celebraciones militares a revistas llenas de obscenidades en las tiendas
de comestible... Aunque estoy de acuerdo que nadie debe ser tratado mal
por su estilo de vida, sobre todo a no sufrir ningún tipo de violencia,
*¿es ésta realmente la única manera? ¿No hemos traspasado desde la
tolerancia a forzar ahora la aceptación?… ¿Cómo una aceptación forzada
*LOS NIÑOS “NO ESTÁN BIEN”*

*Su activismo nació un día del año 2010 cuando vio en la vía pública el
anuncio de una nueva película cuyo título era: "The Kids Are Alright"
(los niños están bien)*. Se puso tensa, reconoce, al punto que se le
revolvió el estómago pues podía intuir de qué se trataba ese filme.
Después de mirar la sinopsis de la película estaba lívida, cuenta en su
Blog.


“Sentí como si Hollywood estuviera tratando de decirle a la sociedad
algo de mí, y de hecho lo hacían, pero decían mentiras. Al menos no
ocurría en mi caso. No me sentía «bien» de la forma en que yo crecí…
Esta película y su título fueron la chispa que encendió la activista en
mí. Supe entonces que en algún momento yo quería hablar acerca de lo que
significa crecer en un hogar homosexual, y aquí estoy”.


Así comenzó un camino que alcanzó el apogeo con la carta publicada en
Abril de este año 2015 donde esta joven se dirige a la comunidad de
Lesbianas, Gay, Bisexuales, Transexuales (LGBT)…


*“DEAR LGTB:”*

“Nunca llevé una bandera en sus desfiles del orgullo gay –comienza
diciendo Brandi-. Nunca escribí una carta en vuestro nombre a un miembro
del Congreso o cualquier otra persona, y nunca sentí la necesidad de
hacer que la gente acepte el hecho de que soy la hija de una lesbiana.
Tal vez porque ella nunca sintió la necesidad de obligar a la gente a
aceptarla por serlo… No, *nunca me alinearía con una comunidad tan
intolerante y egoísta como la comunidad LGBT, una comunidad que exige
tolerancia con fervor y pasión, sin embargo, no la da a cambio, incluso
en ocasiones a sus propios miembros*… Yo soy un producto de la
Revolución Lésbica de los años 80. Mi madre siempre sabía que le
gustaban las chicas, pero se esforzó por ser una buena, recta, chica
bautista del Sur. Cuando yo tenía un año de edad, dejó a mi padre por
otro hombre, con quien vivimos hasta mis cuatro años de edad… entonces
lo dejó por otra mujer”.


A su modo narra lo que sufría al compartir con sus amigos que tenían una
mamá y un papá: “Pasaba todo el tiempo que me era posible con esos
amigos. Yo anhelaba el afecto que mis amigos recibían de sus papás.
Quería saber cómo era ser celebrada y acariciada como hija por un padre…
En lo que a mí respecta, yo ya tenía una madre; no necesitaba
otra…Crecer sin la presencia de un hombre en mi casa me dañó. Todo lo
que quería desde niña era una familia normal… Siempre estuve
aterrorizada de que alguien descubriera que mi madre era lesbiana… Sólo
recién cuando conocí a mi marido, todo hizo clic. Por primera vez, me
sentí viva y completa. Tener hijos y contemplar a un hombre padre… fue
hermoso e imponente. Esto sólo reforzó mi creencia de que un niño
necesita un padre y una madre, y que la paternidad del mismo sexo o las
familias monoparentales son muy inferiores a una sana paternidad
heterosexual”.


*EL DERECHO Y DEBER DE TENER VOZ*
*Es la lógica del amor, dice Brandi, lo que le llevó al activismo. Así
como nadie se escandaliza porque los hijos de padres divorciados
manifiesten sus heridas, nadie debería calificar de irrespetuoso,
egoísta u homofóbico, dice, el testimonio de los niños y niñas que han
sufrido siendo criados por parejas del mismo sexo*.


Así lo argumenta, en otra de sus publicaciones del Blog:


“…Estoy aquí para decir que el hecho de que dos personas se amen no es
suficiente. Y a veces, dependiendo de las circunstancias, es
perjudicial. Los niños están en una etapa de aprendizaje en sus vidas y
cierto "amor" no enseña a los niños todo lo que necesitan saber acerca
de cómo navegar en este mundo".


"Es interesante que sólo haya dos sexos, masculino y femenino, y que se
requieren esos dos sexos para procrear un niño. Por lo tanto ¿no tiene
acaso sentido afirmar que los descendientes de esos dos sexos, necesitan
que ambos sexos que los procrearon sean parte de la crianza? La gente
siente simpatía por los niños que son criados sin padres -ya sea porque
tenían papás que de golpe fallecieron o porque uno de los progenitores
falleció-, porque es obvio que esos niños perdieron algo importante.
Pero cuando se involucra la homosexualidad, no hay simpatía por los
niños a quienes se impone el ser huérfano de padre o madre, y eso es
trágico".


"El ataque a la identidad sexual femenina y masculina está en pleno
apogeo y, a menos que más personas se levanten para defender los
elementos más básicos de nuestra existencia humana, corremos el riesgo
de perder nuestra propia identidad humana”, añade.



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