miércoles, 10 de mayo de 2017

La perspectiva de género y el poder

  1. La Perspectiva de Género es una ideología que, como otras, quiere el poder, pero, en su caso, como sucede con toda concepción totalitaria, lo quiere total, hegemónico e incuestionable y en todos los órdenes, el político, pero también el cultural y moral, social y económico. La perspectiva de género no puede ser criticada, ni puesta en duda. Como decía públicamente una de sus defensoras, ¿acaso el negacionismo de los campos de exterminio nazi, tendría espacio en los periódicos?, pues lo mismo se debe decir de quienes critican la perspectiva de género. Su fin es transformar las instituciones, incluidas las leyes, para hacer efectivo su poder. Un ejemplo de ello puede encontrase en Los Principios de Yogyakarta, principios sobre la aplicación de la legislación internacional de derechos humanos en relación a la orientación sexual y la identidad de género, un intento de reescribir la Declaración Universal de Derechos Humanos. La perspectiva de género incurre en la tentación totalitaria, y esto resulta extremadamente grave.
  2. Es particularmente grave porque ya es la ideología hegemónica en España, en otros países europeos y en Canadá. Es decisiva en los planteamientos políticos de los partidos liberales, socialdemócratas y postmarxistas. Está penetrando profundamente en países de América Latina, aunque su incidencia sea todavía menor que en Europa. Controla instancias burocráticas de Naciones Unidas y de la Comisión Europea, que funcionan en nombre de la institución sin que en realidad represente sus puntos de vista. Instancias sin representatividad democrática pugnan por imponer acuerdos a gobiernos democráticamente elegidos. Es una confusión más sobre la que avanza la perspectiva de género.
  3. Porque ella vive de la confusión a partir de la colonización del lenguaje. Para algunos, el concepto de género es una forma más fácil, incluso breve, de sustituir la palabra hombre y mujer. Así sucede por ejemplo con tablas que presentan resultados estadísticos o cuando introducen el concepto, que va generalizándose en las empresas, de igualdad de género como sustituto de igualdad entre hombres y mujeres. Hay que decir rotundamente que no es lo mismo, que no es su equivalente, y que aceptarlo equivale a propagar el frame, el marco de referencia de una ideología para la cual no existen hombre y mujeres tal y como los entendemos.
  4. La Perspectiva de género se presenta como el marco donde se realiza un determinado feminismo. Hay que deshacer la confusión porque para esta ideología la mujer real, con sus características y condiciones objetivas concretas, no existe. Solo le interesa la mujer como:
a) instrumento de lucha contra el patriarcado, como le interesaba la clase trabajadora al partido comunista para su lucha de clases contra la burguesía.
b) Le interesa solo en la medida en que se ajusta a su teoría. Esta es la razón por la que dos de las condiciones más mayoritarias y específicas de la mujer, la maternidad y la viudedad (debido a su mayor esperanza de vida) sus necesidades, situaciones de injusticia y carencias, no le interesan en absoluto. Pero sí la paridad en listas electorales -poder- y en los consejos de administración -dinero y poder.
5. A la perspectiva de género no le interesa la igualdad real, porque instrumentaliza la realidad para que se ajuste a su teoría. Y su teoría dice que vivimos en una sociedad patriarcal dominada por los machos heterosexuales, basada en la explotación de la mujer y otros géneros: homosexuales, bisexuales, transgénero, intergénero, etc. Para ello aduce desigualdades reales que sufre la mujer, pero no todas. La discriminación laboral de la embarazada no le interesa, por ejemplo, con otras que no son tales y solo expresan una parte de la cuestión. Así, las titulaciones con pocas mujeres, como las ingenierías, son un ejemplo de desigualdad, pero aquellas otras donde la presencia femenina es muy mayoritaria, derecho, ciencias de la salud, farmacia, lo consideran un dato normal. La perspectiva de género llega a contabilizar los minutos de discurso que tienen las mujeres, en un film, en relación a los hombres para aducir discriminación. A ese tipo de análisis se les denomina estudios de género. Pero al mismo tiempo ignora aspectos tan decisivos como la esperanza de vida y la educación, porque hay muchas más graduadas menores de 35 años que graduados, más ni-ni masculinos que femeninos, muchos más suicidios, repetidores, abandono y fracaso escolar entre los chicos que entre ellas, y menos años de vida, también
6. A La perspectiva de género no le interesa la igualdad real porque desvía la atención de las causas objetivas de la desigualdad, las económicas, derivadas del modo de producción y las relaciones que determina, así como la desigualdad de oportunidades que se genera. De hecho, existe una relación -no necesariamente causal, pero si evidente- entre el aumento de la desigualdad y crecimiento político de la ideología de género, y se da, también, un apoyo extraordinario de las grandes empresas a este proyecto político.   El paradigma fue el Ministerio de Igualdad de Zapatero. Un gobierno socialdemócrata que creó un ministerio para la igualdad sin ninguna función económica, centrado solo en el conflicto entre la “clase mujer”, homosexuales, bisexuales, etc. contra la “clase macho heterosexual”.
7. Las administraciones públicas y las empresas utilizan el concepto de igualdad de género como equivalente sustitutivo de “igualdad entre hombre y mujer” pero, al asumir este lenguaje están incorporando una carga ideológica política extraordinaria. Están permitiendo que el lenguaje y, por tanto, las ideas, sean colonizadas por una ideología extraña. Porque el concepto de género, fuera de su uso gramatical, que es algo preciso, exacto y de enorme diversidad según el tronco lingüístico que se considere, incorpora una nueva visión de la sociedad y del ser humano, al igual que han hecho otras ideologías que aspiran a la totalidad.
8. Su significado fue bien resumido, ya en 1995, por la exdiputada del Congreso de los Estados Unidos, Bella Abzug en la Conferencia de Pekín, al afirmar que el término género se ha diferenciado de la palabra ‘sexo’ para expresar la realidad de que la situación y los roles de la mujer y del hombre son construcciones sociales sujetas a cambio. En esta ideología no existen el hombre y la mujer como consecuencia de su naturaleza biológica. Solo cuenta la construcción cultural, que da lugar a sujetos cambiantes a su voluntad. Es el imperio de la subjetividad, de la desvinculación. Una persona cuya biología la categoriza como mujer, puede tener una identidad de género masculina y sentirse atraída erótica y afectivamente por hombres. Y a la inversa, y todas las variaciones que se quieran, que además pueden modificarse a voluntad a lo largo de la vida. Todo ello da lugar a una gran fragmentación. La unidad del ser humano en su especificad de hombre y mujer se ha transformado en multitud de identidades que exigen su reconocimiento político, y la existencia de derechos y prerrogativas específicas junto con los heterosexuales: lésbica, gay, bisexual, transexual, transgénero, travesti e intersexual, que pueden llegar a 31 según la Comisión de Derechos Humanos de la ciudad de Nueva York, o incluso a 58 como ofrece Facebook. ¿Confuso? Esto es la perspectiva de género. Por eso, la maternidad y la familia no tienen lugar en esa sociedad de roles inciertos, movidos solo por la pulsión del deseo sexual y la destrucción del papel de la mujer y el hombre.
9. La perspectiva de género es una ideología política que destruye el concepto objetivo de naturaleza humana, su fundamento material objetivo, su delimitación biológica, negando la realidad y sustituyéndola por la pulsión subjetiva del deseo sexual elevado a categoría política. Niega toda verdad a otras concepciones, a las cuales persigue por medio de la censura, la represión, la descalificación personal y mediática. Promueve el camuflaje de las causas económicas de la desigualdad, y al corroer el significado de ser humano, prepara las mentalidades para el Posthumanismo.
10. La perspectiva de género es la exacerbación del yo desvinculado, porque destruye la relación fundamental de alteridad mujer-hombre, base de toda la civilidad y civilización humana, sitúa a la maternidad en un papel marginal y afirma que es posible prescindir de nuestra condición biológica. Y esta es la preparación del Posthumanismo
11. La perspectiva de género significa la destrucción de nuestra civilización. Una sociedad justa y su economía no pueden sobrevivir a esta confusión, desorden, arbitrariedad y persecución del hombre, porque destruyen los fundamentos de la naturaleza, su comprensión antropológica, su manifestación cultural y, con ello, las instituciones sociales que, como la familia, son necesarias para nuestra vida común.
 http://www.forumlibertas.com/11-criticas-perspectiva-de-genero/

1 comentario:

  1. Yo creía que solo en España estaba mal las leyes, pero veo que son muchos los países que tienen que revocarlas también.
    Un besito

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