jueves, 22 de junio de 2017

No existe el tercer sexo

No existe el tercer sexo. Sino dos únicos sexos: varón y mujer. Y el transexual, término que introduce en la Medicina el endocrinólogo norteamericano Harry Benjamin, se refiere a pacientes con patologías congénitas, pero no a la existencia de un tercer sexo. De hecho, Benjamin consideraba que la persona de sexo ambiguo debía ser tratada y corregida de acuerdo con la identidad de género predominante: o varón o mujer.
Pero con el tiempo, el término médico ha ido distorsionándose en manos de los colectivos LGTB hasta adquirir un significado social, cultural y política que poco o nada tiene que ver con aquellos casos patológicos –por otro lado, sumamente excepcionales, como acredita la literatura médica-.

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Resumimos en diez puntos lo que la ciencia dice al respecto.
  1. Las personas nacen varones y mujeres, no hay término medio.- Lo primero que constatan la Medicina (a través de la genética, urología, ginecología, pediatría) es que las personas nacen o varones o mujeres, no existe término medio. ¿Por qué?
Porque “la sexualidad humana es un rasgo biológico objetivo binario (…) La norma del diseño humano es ser concebido como hombre o como mujer”, así lo afirma el Colegio Americano de Pediatras. 
Y es binaria por definición porque su finalidad más elemental no es otra que la reproducción y crecimiento de la especie. Un principio evidente por sí mismo.
  1. No nacen niños con vulva y niñas con pene. Los primeros nacen con los atributos sexuales masculinos y las segundas con los femeninos. Así lo certifican urología, la ginecología y la pediatría.
Otra cosa es que posteriormente se operen los genitales, pero es científicamente inexacto decir que nacen niños con vulva y niñas con pene.
La identidad sexual es un hecho objetivo enraizado en la naturaleza específica de la persona, que abarca mucho más que los genitales
  1. Operarse no equivale a cambiarse de sexo.- Es preciso distinguir entre sexo (que es un concepto amplísimo que abarca lo psicológico y no sólo lo hormonal) y la genitalidad. Una persona puede cambiarse los genitales pero no el sexo. Porque la identidad sexual es un hecho objetivo enraizado en la naturaleza específica de la persona, que afecta a numerosos aspectos y no sólo a los niveles hormonales o genitales.
Eso significa que hay varones que se operan pero siguen siendo varones, pero sin el aparato reproductor masculino y mujeres que se operan pero sigue siendo mujeres, pero con atributos sexuales masculinos.
  1. Algunos padecen trastornos de ambigüedad genital, pero siguen siendo varones (ellos) y mujeres (ellas).- Existen trastornos de ambigüedad genital o anomalías de los cromosomas sexuales.
Se trata, por ejemplo, de la feminización testicular, llamada también Síndrome de Morris o síndrome de insensibilidad de los andrógenos.
Y se da la hiperplasia suprarrenal congénita, trastorno que afecta las glándulas suprarrenales, las cuales producen hormonas, como el cortisol, la aldosterona o  las hormonas sexuales.
Las niñas que tienen ese trastorno podrían nacer con genitales ambiguos. Es decir, que sus genitales pueden parecer más de hombre que de mujer. Pero no son de varón.
Eso no significa que en esos casos, los varones carezcan de testículos y pene y las hembras de sus órganos reproductores. Cada uno tiene los órganos reproductores propios de su sexo, pero pueden ser más pequeños de la normal, estar atrofiados o estar ocultos.
  1. Y además son estadísticamente poco relevantes.- Se trata de desviaciones de la norma sexual binaria, raros e infrecuentes: Pueden llegar a un caso de cada 99.000
Este tipo de trastornos son muy raros y aislados, como se puede comprobar en el catálogo de trastornos genéticos de Omin (Online Mendelian Inheritance in Man). Se trata de desviaciones (término médico sin connotaciones despectivas) de la norma sexual binaria, como quien nace con malformaciones congénitas. Pero numéricamente son muy excepcionales. Tanto que son estadísticamente poco relevantes (desde 1 caso por cada 1000 hasta 1 de cada 99.000).
Así, entre las anomalías de los cromosomas sexuales, como por ejemplo el síndrome de kinefelter 48, XXXY (infertilidad y testículos atróficos) la incidencia es de 1 por cada 25.000 varones; o el hermafrodistimo verdadero (es decir que son cromosómicamente mujeres pero fenotípìcamente varones) la incidencia es de 1 por cada 20.000.
En el caso de las mujeres, tenemos el síndrome de Swyer, una disgénesis gonadal por la que  no llegan a desarrollar características femeninas secundarias, y  la incidencia es de una cada 20.000.
Y respecto a la mencionada feminización testicular, anomalía en los genes que intervienen en el desarrollo sexual, la incidencia llega, según algunos autores, a 1 por cada 99.000 varones.
Otras anomalías son tan excepcionales que los rarísimos casos que se han dado no son suficientes para elaborar estadísticas: como el pseudohermafroditismo masculino (técnicamente hipospadia seudovaginal perineoscrotal) o la hipoplasia de las células de Leydig.


Cuadro de Adán y Eva
Cuadro de Adán y Eva

  1. Las intervenciones quirúrgicas en los casos de ambigüedad sexual no son para cambiar de sexo, sino confirmar el sexo dominante.- No es lo mismo operarse porque alguien dice que se siente varón en cuerpo de mujer o viceversa (es decir no por problema físico sino psicológico) que operarse para reconducir una sexualidad ambigua. Es el caso de quienes nacen con hiperplasia adrenal congénita (una variante de la cual es el síndrome de insensibilidad andrógena), los que sufren mosaicismo, quimerismo u otra causa congénita de identidad sexual mixta.
En estos casos la cirugía sirve para confirmar a una persona en el sexo “dominante” y, por lo tanto, para  corregir una condición patológica. En puridad, eso no sería cambiar de sexo sino más bien confirmar lo que era originariamente ambiguo.
  1. La disforia de género es otra cosa: es un problema psicológico, no físico.- Es cierto que determinadas personas dicen identificarse con el otro sexo, pero ese no es un problema genético o físico, sino psicológico.
De hecho, siguen siendo varones y mujeres, porque nadie nace con un género, sino con un sexo biológico. El género (la conciencia y sentimiento de uno mismo como hombre o mujer) es un concepto sociológico y psicológico, no un concepto biológico objetivo.
En esos casos se puede hablar de disforia de género. Un trastorno psicológico recogido en el Manual de Diagnósticos y Estadísticas de la Asociación Americana de Psiquiatría. Pero ellos tienen pene y ellas vagina. Y su problema no se soluciona sometiéndose a tratamiento hormonal o pasando por el quirófano.Paul R. McHughPaul R. McHugh
En unas declaraciones a Actuall, el catedrático de Genética, Nicolás Jouvé señalaba que tal cosa “supone un abuso total” pues lo que hacen “las campañas de la Ideología de Género es tomar casos patológicos y además sumamente raros, para justificar la idea de que se puede elegir el sexo a voluntad, y para manipular a los menores y a los padres”
  1. Es un grave error hormonar a adolescentes que dicen ser transgénero.- Ese tipo de trastornos de disforia o de confusión de la sexualidad son transitorios y pueden remitir en la edad adulta, por lo que resulta contraproducente hormonar a púberes o adolescentes insatisfechos con su género.
La inmensa mayoría de niños y niñas que durante la infancia confunden su género, terminan aceptando su sexo biológico una vez pasada la pubertad. Hablamos del 98% de los varones y del 86% de las mujeres. Así lo subraya el Colegio Americano de Pediatras.
Resulta, por lo tanto, contraproducente someter a adolescentes a operación de cambio de sexo o la administración de hormonas sexuales como la testosterona  y los estrógenos del sexo opuesto, porque la confusión de género de la infancia se suele corregir después de la adolescencia.
No se les impone una dieta de reducción de peso a quienes tienen una percepción irreal de sí mismos, como los anoréxicos
Como subrayaba el profesor  Richard B. Corradi, (profesor de Psiquiatría de Cleveland) en un trabajo publicado en The Federalist, es contraproducente hormonar a esos adolescentes o someterles a cambio de sexo, del mismo modo que no se les impone una dieta de reducción de peso a quienes tienen una percepción irreal de sí mismos, como las que se creen obesas. Y de hecho, se diagnostica la anorexia como un trastorno psiquiátrico y se la trata apropiadamente con psicoterapia.
Y aún es más grave someter a estos tratamientos a niños preadolescentes cuyo pensamiento prelógico difumina los límites entre la fantasía y la realidad.
  1. El apoyo de los poderes públicos a la transexualidad equivale al “abuso infantil”. Así de tajante se expresa la doctora Michelle Cretella, presidenta del Colegio Americano de Pediatras. Estas son sus palabras: “cuando las instituciones académicas, médicas y otras de carácter público promocionan la toma de hormonas tóxicas y la extirpación quirúrgica de partes del cuerpo sanas como parte de la asistencia sanitaria para los niños acaban involucrados en el abuso infantil institucionalizado”.
El Colegio Americano de Pediatras publicó en marzo de 2016 una declaración que desacredita la ideología de género y recoge los datos científicos y médicos que muestran que transgenerar a los menores “daña a los niños”.
  1. Alentar el cambio de sexo puede abocar a los menores a un destino con graves riesgos de salud.– Es importante que los padres sepan que las tasas de suicidio son veinte veces mayores en los adultos que usan hormonas del sexo opuesto y/o se someten a una cirugía de cambio de sexo.
De forma que alentar el cambio de sexo en menores equivale a abocarles a un futuro con graves riesgos para su salud. Así lo advierte el Colegio Americano de Pediatras: muchos niños elegirán una vida “llena de hormonas cancerígenas y de productos químicos tóxicos nada recomendables para la salud”;  y muchos de ellos “elegirán la mutilación quirúrgica, innecesaria, de partes de su cuerpo perfectamente sanas en su juventud.

http://www.actuall.com/democracia/verdades-mentiras-la-transexualidad-dice-exactamente-la-ciencia/?mkt_tok=eyJpIjoiTVROa01EUm1abUpqWW1JMyIsInQiOiJEdk8xYkgyXC9mc3FJQnhFSFZITmJpK1BRM044VzNUbURNeHVTMWFXb0p5Z2Q3SzNuMDNsUSswc3laaDN6bmlsRXNrcXpkSE1UczF2dkZabU9UaFhXMmxscTVkdTVrckxBbVZMajFPR0ZmM0c2QktvaWlYem1sM0dmcXlVV2NjNm0ifQ%3D%3D

7 comentarios:

  1. Esto es un desmadre, cada vez vamos por peor camino. Cuando yo era niña, adolescente y jovencita, jamás oía estos casos. ¿Es que no existían?
    Un beso

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  2. El órgano principal de una persona está en su pensamiento, osea en el cerebro. La materia gris determina el sexo en una persona desde que nace hasta que muere. Tambien estan las personas con desviaciones homosexuales que yo creo que mas que desviación genetica, es porque son imbeciles...Conozco a gente que nace con dos sexos y segun dicen, le van los dos sexos...y puede que sea algo natural cuando estan de acuerdo con su bisexualidad.

    Es complicado el pensamiento humano y mucho mas su sexología; tan complicado que hasta los mismos homosexuales ( en su mayoría) no se aclaran...

    En esta época donde hay tantas cadenas de radio y television parece que el sexo sigue siendo un tabú a la hora de educar a la gente. Pero los medios informativos fomentan las relaciones sexuales en un territorio donde debería de predominar la educación sexual....pero no se hace...

    De esa manera la gente se va estrellando una y otra vez sin conocer el sexo de forma natural y, claro, aparecen las desviaciones sexuales. Ahora parece que ser bisexual tiene encanto o que los gays defienden sus derechos de igualdad...

    Siendo el sexo una forma de disfrute maravilloso en una pareja, todo se tiende a decir que es lo correcto o no en boca de unos analfabetos sexuales.

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    1. Ahora la pareja vamos a ser los raros. Un beso.

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    2. Estimada amiga lejana en distancia pero cerca del corazón:

      Para conocer a una persona se necesita tiempo y dedicación y lo crea o no, una persona jamas se llega a conocer a sí misma por muchos años que viva.

      Nacer y vivir con las facultades de la libertad y la felicidad es algo que mucha gente desea en sus oraciones o metiendo en la lotería...Cada ser humano tiene el derecho de decidir por el mismo y ser consciente de sus actos. Pero muy poca gente lo hace quizá por dejadez o poca educación. La vida es amplia para disfrutarla segun convenga y jamás se le puede prihibir a una persona como vivirla. Los prejuicios y los juicios se suman por doquier cuando la gente que se considera normal quiere establecer sus reglas...He de confesar que como usted no estoy de acuerdo en cosas que claman al cielo, usted ya me ha leido anteriormente.

      Yo proclamo a todas luces la bondad de nuestro corazón para disfrutar de la vida y Dios sabe que es cierto lo que digo. Las personas nacen con una orientación sexual no porque ellos la elijan sino, porque nacieron así. Conozco a gentes que le va el mismo sexo y sufren de manera incalculable su condición y es que viven en guerra con ellos mismos y por cierto, son buenas personas. Pero no pueden evitar disfrutar del mismo sexo sinedo cultos, inteligentes, sensible y dados a la familia pero, no pueden a pesar de buscar solución psicológica...

      Es este mundo tenemos demasiados conflictos y quebraderos de cabeza para decirdir sobre los demás. Un amigo me dice que si voy a hacer daño a alguien, dé un paso atras dejalo vivir. La homosexualidad tanto femenina como masculina ha existido desde siempre; hasta cuando Dios estaba por el mundo...pero vuelvo a decir que cuando una persona va a hacer daño a alguien, que dé un paso atras y siga su camino...

      No estoy de acuerdo con parejas homosexuales que adoptan niños y de abortos para que esa supuesta madre siga foyando y así tsantas cosas que son de conducta humana por no tener atino en su vida.

      Me estoy extendiendo demasiado y para terminar mi ultimo comentario en su blog me gustaría dar un consejo a todo el mundo que me lea y es que, TRATEN DE SER BUENAS PERSONAS PORQUE SIENDOLO, QUIEN RECOGE EL PRIMER PREMIO SON USTEDES MISMOS...

      Un beso amiga.
      No conozco su otro blog
      Le deseo suerte en la vida.

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    3. El problema de reconocer la homosexualidad es precisamente que les dejan adoptar niños. Si no fuera por eso y por la promoción que se hace a mí me daría igual lo que suceda con esas personas.
      Un beso.

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  3. Anónimo. Consolar a un loco no es ayudarle

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