Visitaba Madrid desde su Francia natal para participar en el congreso internacional 'Por más vida', celebrado el pasado 25 de marzo. María Poumier, una mujer provida, denuncia en su documental 'El fruto de nuestras entrañas'
cómo poderosos organismos internacionales están, sin que nos demos
cuenta, acaparando nuestra vida hasta el extremo. Hasta, incluso, la
reproducción. Situada políticamente en la izquierda, viaja con la
memoria hasta la revolución cubana y afirma que los fundadores del
marxismo y los padres de la revolución soviética fueron gente respetuosa
con la naturaleza y la familia. ¿Cómo explicar, entonces, que las leyes
de mayor y peor ingeniería social hayan venido, casi siempre, de la
izquierda? Opina Poumier que el derrumbe de la Unión Soviética dejó a la
izquierda desorientada, deseosa de encontrar una causa para seguir
existiendo. Y encontró una causa... pero -explica María- muy equivocada:
"Meten la pata y se equivocan al aceptar cualquier delirio que sea
seductor", afirma, para defender después que los "comunistas han sido el
grupo de militantes políticos menos corruptos", muchos derivados de un
alejamiento del cristianismo, que viven una fe -una fe política- de
sustitución. Pero, como dice ella ante las muchas preguntas y el enorme
debate que surge tras esta afirmación, "no vamos a cambiar de tema".
María Poumier ha venido a España a denunciar el negocio indigno de los
vientres de alquiler... y de eso hablaremos.
Un congreso internacional para hablar de dos asuntos trascendentales: aborto y 'maternidad subrogada'. ¿Cómo ha ido?
Se
abordaban estos dos temas y la principal conclusión es que a todo el
mundo le ha quedado claro que los dos temas van unidos. Si quieres
lograr la maternidad subrogada hay que practicar abortos selectivos en
embriones y también matar a muchos para que uno salga adelante. Es
decir, que la maternidad subrogada descansa sobre el principio de
destrucción de la naturaleza.
En su discurso denuncia con
frecuencia la existencia de una élite política empeñada en acabar con la
familia. Habla incluso de 'mafias'. ¿Quién quiere acabar con la
familia? ¿Qué gana?
Sólo se entiende con la perspectiva
de la globalización. En realidad muchos estados están tratando de
resistir a estos nuevos inventos [maternidad subrogada, vientres de
alquiler, leyes de ingeniería social]. Los únicos que están a favor son
los organismos internacionales y, en el caso del lobby de los vientres
de alquiler, eso supone empresas de escala similar a las de Google o
Facebook ante las que no se puede resistir. Es como intentar resistirse a
Facebook y Google, ¿se imagina? El enemigo es ese que no tiene alma, no
tiene patria, no tiene madre, ni padre.
Pero ese enemigo
invisible... ¿qué interés tiene en atacar a la familia? O, dicho de
otra manera: ¿Hay un ataque programado contra la familia o el llamado
desarrollo social de las últimas décadas ha acabado perjudicando a la
familia sin que hubiera una mala intención previa?
Es
verdad que muchos hablan de 'conspiración', pero para mí no es cierto.
Incluso gente que puede considerarse muy dañina entre quienes tienen
poder en la masonería o los lobbies son gente que tiene padre e hijos...
por lo tanto en algún momento respetan su naturaleza.
Por eso, ¿por qué decimos que la familia está en peligro?
Porque
hay inventores, ingeniería biológica que se va de las manos a sus
creadores, y hay quienes recogen esos logros y los convierten en algo
monstruoso buscando, exclusivamente, un beneficio económico de eso.
Los vientres de alquiler...
En
Europa la resistencia a los vientres de alquiler es muy fuerte.
Francia, Italia y Alemania se niegan a aceptarlo. En muchas partes del
mundo, donde no se vio que eso iba a ser mucho más que marginal, hay una
marcha atrás. La India y Tailandia, por ejemplo, ya no aceptan a
parejas homosexuales ni extranjeras en sus clínicas de fertilidad. Los
países de habla hispana que han caído en la trampa -México, por ejemplo,
y algunos estados de Estados Unidos- se han dejado vencer por cálculos
comerciales.
Aquí el abogado del diablo preguntaría qué hay de malo en esa ingeniería social si se hace libre y voluntariamente...
Es
lo que buscan estas organizaciones supranacionales como Naciones
Unidas, Organización Mundial de la Salud y todas estas instituciones
internacionales. Adoptan todas el mismo razonamiento: quieren sustituir
las leyes internacionales y nacionales por una nueva legalidad inspirada
en las leyes del comercio: Entre individuo e individuo o persona
jurídica, todo es posible si hay contrato o consentimiento. Este
razonamiento sustituye a la verdad, la justicia y la ética.
¿Se puede poner cara o nombre a ese enemigo invisible? ¿Son esas organizaciones supranacionales a las que se refiere?
Sí.
Algo que ocurre, y que quizá la gente no sabe bien, es que Naciones
Unidas tiene leyes para desarrollar la noción de "derecho a la
sexualidad". Eso supone que a partir de los diez años el niño tiene
derecho a la sexualidad que quiera: los derechos reproductivos -que
comenzaron como una incitación a no reproducirse- evolucionan ahora
hasta decir que un niño tiene derecho a tener relaciones sexuales con
cualquiera; que sus padres no le pueden enseñar una moral sexual y que
ese niño puede denunciar a su padre o madre por violar su derecho a la
sexualidad. Es muy grave, se utiliza el sexo para pervertirlo todo.
Otro
escenario al que se debe llevar esta pelea es el poder médico. Nos
dejamos llevar por cualquier cosa que dice la Medicina, desde los
diagnósticos preimplantatorios hasta los prenatales sobre la perfección
del hijo. El poder médico lo controla todo y te sugiere con mucha
insistencia abortar, no tener hijos... (siempre, por cierto, con el
sentido de recortar vidas, nunca a la inversa), te habla de niños más
sanos, más perfectos... niños artificiales. Se están aplicando las
técnicas de la ganadería a la reproducción humana. ¿Es esa la dignidad
que exige la condición humana? El ser humano es otra cosa, no debemos
dejar que nos traten como ganado.
Llegamos de nuevo a los vientres de alquiler...
Lo
más monstruoso es la posición de los ecologistas. Dicen que hay que
proteger la naturaleza, luchan contra los transgénicos, denuncian la
artificialización de la naturaleza... una lógica muy sana que se detiene
en cuanto hay que abordar el futuro de la humanidad. Somos una especie
animal y estamos en grave peligro porque la esterilidad está ganando en
nuestra especie hasta un punto terrible.
¿Por qué?
Por
la contaminación; por el vertido constante de hormonas femeninas a la
naturaleza; por la alimentación preparada, porque ingerimos venenos y
estamos rodeados de tóxicos (las ondas wifi, por ejemplo, afectan a
nuestras células reproductivas). Porque se dice a las mujeres que
primero tienen que tener una carrera y un futuro profesional y después, a
los cuarenta, ser madres. Y, si no pueden serlo y tienen dinero, pueden
comprar un hijo... En España, por ejemplo, hay un gran negocio. Desde
Francia vienen mujeres solteras y parejas de lesbianas a inseminarse. Es
la artificialización de la vida humana. Las clínicas compran óvulos en
Ucrania porque las mujeres allí son de ojos azules y rubias, el tipo
físico que gusta más a la gente rica. Se extraen los óvulos, se paga 300
euros a la mujer a la que se somete antes a un chute de hormonas y se
extrae cierto número de células para fabricar embriones congelados.
En
alguna ocasión ha dicho usted que la legalización del matrimonio
homosexual, lejos de ser una lucha social, era el primer paso para
llegar a los vientres de alquiler...
En 2013 Francia se
movilizó contra el matrimonio gay porque no se nos había pasado por la
cabeza que pudiera darse, fue un despertar súbito. Ahora, pasados cuatro
años, hemos tomado conciencia de que no fue más que una etapa para
hacer que cualquier cosa sea posible para cualquiera. Los homosexales no
se casaban y no había una demanda real por su parte. Fue algo impuesto
por quienes calculaban que eso servía para otra cosa.
¿Para qué?
La
vida sólo se reproduce cuando hay un encuentro entre lo masculino y lo
femenino y no se puede hacer una parodia entre esta unión. Con la
legalización del matrimonio gay es como si ellos aceptaran ser parte de
una raza superior que va a quitar el papel a los padres y las madres.
Quieren sustituir el papel de los padres naturales -los que inseminan a
las mujeres- y las madres naturales siendo ellos quienes deciden: "Yo me
compro con tal útero a quien me dé la gana". Y, si cualquier día pueden
prescindir de las mujeres de alquiler -con los úteros artificiales-, lo
harán. Ese es el fondo de la cuestión: el matrimonio homosexual y los
vientres de alquiler usurpan los papeles naturales del hombre y la
mujer.
http://gaceta.es/noticias/esterilidad-vientres-alquiler-amenaza-especie-31032017-1423
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