Por: Diana R. García B. | | Fuente: El observador
Hombres
y mujeres hacen contribuciones únicas a la crianza de los niños, las
cuales no pueden ser replicadas por el otro. Aquí están cinco razones
por las que, en el mejor interés de los niños, deben ser criados por una
madre y un padre:
1)
El amor materno y el amor paterno, aunque igualmente importantes, son
diferentes y producen diferentes vínculos afectivos en los hijos.
Cuando
falta alguna de estas formas de amor, pueden surgir problemas, ya que
el niño necesita el balance complementario de los dos tipos de amor
parental y los vínculos que proveen. Sólo la pareja heterosexual ofrece
al niño la oportunidad de desarrollar relaciones afectivas con un
progenitor del mismo sexo y con un progenitor del sexo opuesto. Las
relaciones afectivas con ambos sexos en las etapas tempranas de la vida
le facilitarán al niño sus relaciones con ambos sexos en el futuro.
2) El niño a veces requiere más de la madre y otras más del padre.
Durante
la lactancia, a los bebés les hace mayor bien el cuidado de la madre.
Pero, al ir creciendo, el hijo varón deberá desprenderse de su madre e
identificarse con su padre. Un niño sin padre no tiene un hombre con
quien identificarse y es más probable que experimente trastornos para
formarse una identidad masculina saludable.
Un
padre le enseñará a canalizar apropiadamente sus impulsos sexuales y de
agresividad. Una madre no puede mostrarle a su hijo varón la forma de
controlar sus impulsos ya que ella no tiene los mismos impulsos de éste.
Es por eso que los varones sin padre son más propensos a terminar en
prisión.
Un
padre ofrece seguridad a su hija, y le ayudará a reafirmará su
femineidad. Cuando una chica no cuenta con un padre que llene y efectúe
este rol, es más probable que caiga en la promiscuidad, en un
desacertado intento por satisfacer su carencia de atención y aprobación
masculina.
3) Tener padre y madre ayuda a los hijos a moderar las inclinaciones de su sexo.
Por
ejemplo, los varones generalmente se apegan más a la razón que a la
emoción, al riesgo más que a la prudencia, y a normas más que a la
compasión, mientras que las chicas son lo opuesto. Los padres de sexos
opuestos ayudan a los hijos a refrenar sus tendencias naturales, por
medio de la enseñanza, verbal y no verbal. Esta enseñanza facilita la
moderación y les ayuda a ver más allá de su propia idiosincrasia.
4) Las parejas del mismo sexo incrementarán la confusión sexual en los niños.
El
mensaje implícito y explícito de las uniones del mismo sexo es que
todas las elecciones que se lleven a cabo son igualmente aceptables y
deseables. Así, incluso los niños de familias tradicionales son
influenciados por este mensaje. Los niños de padres homosexuales
probablemente experimentarán más estas opciones sexuales en ellas por
unos «padres» que fueron aprobados por la sociedad.
5) Si la sociedad permite las uniones del mismo sexo, también tendrá que permitir otro tipo de uniones.
La
lógica legal es simple: si prohibir las uniones del mismo sexo es
discriminatorio, entonces también lo sería prohibir las uniones
polígamas o las de cualquier otro grupo que se sienta discriminado. ¿Y
qué pasaría con los niños cuando estas uniones alternativas se
disolvieran y cada padre se una con otro u otros? Estos niños
terminarían con cuatro padres, o dos padres y cuatro madres, o cualquier
arreglo imaginable.
*
Artículo resumido. «Love Isn’t Enough: 5 Reasons Why Same-Sex Marriage
Will Harm Children», traducción de Traducción de Alejandro Villarreal,
bibliaytradición.wordpress.com.
Los errores de un estudio que pretendía que criarse con gays hacía hijos más felices
Según
los resultados de una investigación australiana multicelebrada y
difundida, realizada por científicos de la Universidad de Melbourne y
que se titula «Estudio Australiano de Salud Infantil en Familias del
Mismo Sexo», a los niños adoptados por homosexuales «les va bien en la
mayoría de los índices de salud y bienestar infantil, y muestran mayores
niveles de cohesión familiar que en los otros grupos de población»,
además de ser más felices. Es decir, que en todos los órdenes están
mejor los hijos de parejas gay que los adoptados por parejas
heterosexuales o incluso los que son criados por sus dos padres
biológicos.
Sin
embargo, al científico estadounidense Mark Regnerus, de la Universidad
de Texas se le ocurrió revisar el estudio y descubrió que éste se llevó a
cabo con serias deficiencias de metodología.
Regnerus
encontró que, en lugar de que la Universidad de Mewlbourn eligiera una
muestra aleatoria, se concentró en investigar «las vidas y experiencias
de la élite LGBT (lesbianas, gays, bisexuales y transexuales)». En su
defensa, los australianos alegaron que procedieron de ese modo porque
tenían «limitaciones de costos».
Además
la población de la muestra, de 309 «familias», se eligió «usando
técnicas de reclutamiento tradicionales y online, accediendo a padres
atraídos por el mismo sexo a través de medios informativos, actos
comunitarios y grupos comunitarios». Es decir, era gente que tenía
interés específico en influir para que se obtuviera un determinado
resultado del estudio.
Científicamente, pues, dicho estudio no tiene valor.
Pero
hay muchos otros que, realizados con todo el rigor del método
científico, han demostrado que ser criados por homosexuales provoca
desventajas, entre ellas desequilibrios psicológicos, emocionales y
económicos, que incluso subsisten en la edad adulta. Por ejemplo, el
propio estudio realizado por el profesor Mark Regnerus, y el de Maurice
Berger, profesor de sicopatología del niño y jefe de servicio de
psiquiatría en el Centro Hospitalario Universitario de
Saint-Étienne,Francia, que descubrió que el 23% de los niños adoptados
por padres homosexuales sufren abuso sexual.
Fuentes:
Tradición
y Acción Perú: «Niños criados por homosexuales sufren graves
desequilibrios psicológicos y emocionales». «El 23% de los niños criados
por padres homosexuales sufren abusos sexuales», http://www.alertadigital.com
http://es.catholic.net/op/articulos/59000/cat/407/razones-por-las-que-no-conviene-que-los-ninos-sean-criados-por-parejas-del-mismo-sexo.html
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